Expertos de China y Europa se reúnen para debatir si la desglobalización es una amenaza para la economía y comercio mundial
En los últimos años, la desglobalización ha sido un tema que ha arrastrado cada vez más protagonismo en la economía mundial. No se sabe a ciencia cierta cuál es realmente su alcance, si es un fenómeno que ha llegado para quedarse, ni hasta qué punto puede afectar las relaciones económicas entre regiones, en especial las de China y Europa.
Sin embargo, si algo ha quedado claro hoy en día es que la desglobalización conlleva una serie de retos a los que es necesario hacer frente. Al menos, si es que se quiere seguir siendo competitivo en un entorno altamente cambiante.
Es motivados por este contexto de incertidumbre, que dedicamos la primera de las ocho mesas redondas del 2024 China-EU Ecommerce Summit enteramente a abordar estas y otras cuestiones relacionadas con la desglobalización y su influencia en la economía.
Georgina Higueras y Rumbao, Directora Foro Asia en Fundación Foro de Foros.
La mesa redonda, de nombre “Globalización vs Desglobalización: Presente y futuro de las relaciones económicas y comerciales entre China y Europa”, la integraron algunas de las personalidades más influyentes de ambas regiones. Empezando por Georgina Higueras y Rumbao, directora Foro Asia en Fundación Foro de Foros, quien fue la encargada de moderar la mesa.
La visión china sobre la globalización y su mercado interno
El primer panelista en compartir su opinión fue Margaret Chen, CEO de Optimus Horizon. En su intervención, señaló que las relaciones económicas entre China y Europa han experimentado transformaciones significativas desde la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio. Por aquel entonces, “todo era más fácil y positivo”; sin embargo, este sentimiento ha cambiado con la aparición de la desglobalización.
Margaret Chen, CEO de Optimus Horizon y presidenta de Honor de China Club Spain.
Shengli Chen, presidente de la Federación de Comercio e Industria China en España, insistió en la misma idea al afirmar que últimamente las tensiones geopolíticas han ido en aumento. Sin embargo, destacó los datos positivos que demuestran que China y Europa siguen creciendo, en parte gracias a la fortaleza del mercado interno chino y a la alta cualificación de su mano de obra.
Pese a ello, las empresas chinas que desean invertir en Europa siguen enfrentando múltiples desafíos. "El aumento de las políticas proteccionistas ha amenazado al comercio libre e internacional", expresó.
Shengli Chen, presidente de la Federación de Comercio e Industria China en España.
Estas barreras normativas, sumadas a las barreras culturales, complican la adaptación de las empresas chinas al mercado europeo. Ahora bien, estas pueden superarse siempre que se respeten las costumbres locales y se apueste por colaborar con socios locales. La cooperación exitosa a largo plazo solo es posible si se conocen las preferencias locales y se trabaja en la construcción de confianza pública.
Las innovaciones tecnológicas son las impulsoras de la economía en la globalización
Por su parte, Antonio Miguel Carmona, presidente de la Asociación de Amigos de China, fue contundente en su defensa de la globalización. “No creo en la desglobalización, solo en la globalización”, afirmó, añadiendo que las innovaciones tecnológicas son verdaderas impulsoras de la economía global.
Antonio Miguel Carmona, presidente de la Asociación de Amigos de China.
“Es necesario engancharse al nuevo paradigma tecnológico, la digitalización y las tecnologías de la información y comunicación”, destacó, para seguidamente sugerir que tanto Europa como China deben aprender unos de otros en términos de innovación y gestión empresarial.
Además, no dejó de subrayar la importancia de las relaciones culturales, humanas y migratorias, defendiendo que el libre comercio y la cooperación internacional son claves para el crecimiento mutuo.
Europa corre el riesgo de quedar desactualizado en un mundo globalizado
Emilio de Miguel, director de Casa Asia, se enfocó en el papel del conocimiento como puente para superar las rivalidades geopolíticas. "El conocimiento entre los pueblos es la mejor manera de evitar luchas", afirmó.
Emilio de Miguel Calabia, director del Centro de Casa Asia en Madrid.
También, destacó que la desglobalización es un fenómeno temporal. Según cree, la interconexión global es tan fuerte que no se puede considerar un proceso reversible. La globalización, dice, puede necesitar ajustes, pero no desaparecerá, y mostró optimismo sobre la cooperación futura entre Europa y China.
La conclusión de Georgina Higueras sobre este primer intercambio fue que, a pesar de las tensiones actuales, la globalización sigue siendo la clave para un futuro de prosperidad compartida.
Apuntó que Europa no puede permitirse quedarse atrás, ya que, si no se adapta, corre el riesgo de quedar desactualizada y perder su relevancia en un mundo globalizado. A su juicio, el futuro está en una cooperación más inclusiva, justa y sostenible, lo que implica un mayor compromiso de China y Europa para adaptarse y colaborar en este mundo interconectado.
¿Cuál será el futuro de las relaciones China-Europa?
Cuando a los panelistas se les preguntó por el principal reto del futuro, Emilio de Miguel recordó que el Informe Draghi, que busca la autonomía económica de Europa, es esencial para la Europa del mañana. En la misma línea, Carmona sugirió la idea de un “Bretton Woods 2”, donde China tenga un papel preponderante, como corresponde a su posición en la economía global.
Finalmente, Margaret Chen terminó su intervención con una reflexión importante: "La emergencia económica de China no es un intento de invadir a nadie, sino fruto de trabajar duro, contribuir y crear valor". Subrayó que el crecimiento inclusivo de China ha beneficiado a muchos países, y destacó que, aunque China esté actualmente más fuerte económicamente, Europa aún tiene mucho que enseñar, especialmente en gestión eficiente y desarrollo de mercados.
En conclusión, la mesa redonda dejó claro que, a pesar de los desafíos de la desglobalización y la geopolítica, la globalización sigue siendo el camino por donde transitar y avanzar. La cooperación entre China y Europa se presenta como una oportunidad para construir un futuro más próspero y sostenible, basado en el intercambio cultural, la innovación tecnológica y el trabajo conjunto para enfrentar los retos del siglo XXI.